Los perros pastores de Shetland se criaron originalmente en las rocosas Islas Shetland, el punto más septentrional del Reino Unido. Los granjeros los empleaban para pastorear ovejas, ponis y aves de corral. ('Toonie dog' era un antiguo nombre coloquial para los shelties, y 'toon' era una palabra de Shetland que significaba granja). Hay una razón por la que el sheltie se crió más pequeño que su primo cercano, el collie de pelo áspero. Gracias a su tamaño compacto, el sheltie come menos que el collie y otros perros pastores grandes. Esto es una consideración importante en el clima duro y frío de la tierra natal de la raza, donde la comida puede escasear. Esto también explica el diminuto tamaño de los ponis de Shetland. El momento exacto en que los collies fueron importados a la isla desde el continente escocés y criados hasta el tamaño de un sheltie es un detalle que se ha perdido en la historia, ya que los criadores de las islas no dejaron registros escritos. Y, como las islas eran tan inaccesibles, los Shelties vivían prácticamente aislados de otras razas y eran casi desconocidos en el resto de Gran Bretaña hasta principios del siglo XX. El Sheltie fue reconocido por primera vez por el Kennel Club (Inglaterra) como Shetland Collie en 1909. Bajo la presión de los aficionados a los Collies, el nombre de la raza se cambió poco después a Shetland Sheepdog. El AKC registró su primer perro de esta raza notablemente inteligente y obediente en 1911.